“LOS GEMELOS ZÁRATE” Y SUS AVENTURAS (*)
Olmos es una pintoresca estancia situada en la parte alta y fría de Chota, muy admirada porque allí viven hermosas mujeres de tez blanca y ojos claros y hombres guapos, patilludos y recios, que defienden a toda a costa el honor y la palabra.
Por allí, en el lugar denominado “El Bado” radicaron, hace varios años ya, los esposos Tomás Zarate Medina y doña María Isabel Gonzales Pérez, dedicados a la agricultura y ganadería.
Los esposos tuvieron 14 hijos; pero lo curioso es que entre ellos nacieron dos parejas de “Gemelos” primero fueron Telésforo y Teófilo, después vino la otra pareja de mellizas llamadas Leonila y Fraxila, incluso más tarde habría un tercer parto semejante; pero, lamentablemente, murieron al nacer. De todos ellos que vivieron normalmente hasta la adultez, hoy sobrevive solamente la melliza Fraxila.
Nosotros en nuestra juventud tuvimos la oportunidad de conocer a todos ellos, por razones de cercana amistad con nuestra familia. En repetidas oportunidades alcanzamos a escuchar cantar maravillosamente a las cuatro hermanas juntas: Natalia, Clemencia, Leonila y Zulema, y todavía recordamos algunas de sus canciones favoritas, como: “Alma Mía”, “Te vi, te quise y te amé”, “Golondrinas”, y la “Cascabamba”. ¡Qué melodías tan llenas de sentimiento y belleza!
En Chiclayo radica Carmelita Zárate, quien de vez en cuando en reuniones de paisanos, nos deja escuchar esas y otras canciones, con su fina y delicada voz muy parecida a la de Clemencia, su recordada madre.
Los “Gemelos” Telésforo y Teófilo tenían un parecido físico extraordinario: talla pequeña, fornidos, tromperos, mirada firme y patillas largas, solían cantar a dúo tristes y yaravíes al atardecer de algún domingo, siendo muy conocidos por bohemios y varoniles. Siempre se les veía en las fiestas patronales de Cutervo, Chota y Lajas; así como en casorios, velorios y reuniones festivas.
Aquí lo anecdótico; en una oportunidad Telésforo, por razones de índole romántico, se vio envuelto en un problema judicial, ingresando a la cárcel de Chota. Su hermano gemelo, Teófilo, solía llevarle entonces todos los días los alimentos, logrando hacer amistad con los guardias republicanos que allí hacían servicio. Uno de esos días hicieron un audaz cambiazo valiéndose de su extraordinario parecido; Telésforo, el verdadero preso, salió a la calle llevando el servicio y Teófilo se quedó tras las rejas. Pasaban semanas y nadie se daba cuenta del ardid, lo que aprovechaba Telésforo para ir de paseo a Olmos, su terruño natal. Esta misma modalidad lo repitieron más tarde en la cárcel de Cajamarca; sin embargo aquí no faltó un guardia precavido que había marcado el brazo de uno de los “Gemelos”, y así todo se descubrió. Por supuesto que luego de la natural reacción policial, muchos celebraban con sorna la habilidad de los “Gemelos” Zárate, incluso las autoridades judiciales de Cajamarca.
Luego de recobrar su libertad Telésforo regresó a Chota, siguiendo su vida bohemia con su querido hermano, hasta que llegó la hora de su muerte, pérdida que le significó un profundo dolor a Teófilo.
Gilberto Zárate Gonzales, hijo de Telésforo, quien radica desde hace años en Chiclayo, y que también es un gran cantante en el estilo de su padre y su tío, ha escrito un interesante folleto relacionado con la vida de los “Gemelos”, del cual entresacamos una de sus canciones favoritas “El mundo al revés”, logrando darle gran popularidad, aquí la letra:
“En un papel dibujado he visto el mundo al revés/ el venado corriendo al galgo y el preso corriendo al juez/ Acércate a mi ventana cara de poco vergüenza/ dame un poquito de sed/ que estoy muriendo de agua/ En las orillas de un hombre he visto un río parado/ dando agua a su cuchillo y afilando su caballo/ el quien nació pobre y feo en el mundo lo han querido/ y si se llegó a casar ese sí que se ha jodido”.
(*) JOSÉ VILLANUEVA DÍAZ