lunes, 30 de agosto de 2010


EL INCENDIO DE CHOTA POR LOS CHILENOS

Por: José Villanueva Díaz.

El 29 y 30 de Agosto de 1882, los chilenos incendiaron la ciudad de Chota, reduciéndola a escombros. Fue una acción fatídica para la ciudad; pero de prueba para los chotanos que reaccionaron ante el enemigo con dignidad patriótica.

Los invasores recurrieron a la bárbara acción de incendiar Chota, por q
ue allí se organizó la resistencia para enfrentarlos en el combate de San Pablo del 13 de julio de 1882; habiendo sido el Gral. Miguel Iglesias el que diseñó la estrategia respectiva. Para tal efecto, el Crnl. Don Antonio Sánchez se dirigió al lugar de los hechos con una columna de voluntarios, haciéndose presente también contingentes de Bambamarca, Hualgayoc y Llapa. También de Cajamarca y Trujillo. De hecho, el triunfo favoreció a las tropas peruanas.

Indignado el Almirante Patricio Lynch, que era el jefe de las tropas chilenas en el norte, ordenó al Cmdt. Ramón Carballo Orrego desplazarse desde Trujillo hasta Chota, cometiendo una serie de abusos e imponiendo cupos en todos los pueblos a su paso.

En Chota, sabedores de la llegada de las tropas invasoras, el Subprefecto don Timoteo Tirado y el Alcalde don Diego Villacorta convocaron a un Cabildo Abierto al que asistieron pobladores de la ciudad y del campo, decididos a enfrentar al enemigo. Pero, en vista de que carecían de armamento y la mayor parte de jóvenes habían perdido la vida en San Pablo y otras acciones al mando del Crnl. Manuel José Becerra Silva, decidieron retirarse de la ciudad, no sin antes envenenar el agua, llevar a ancianos, niños y mujeres a lugares apartados para guarecerlos y disponer que la Virgen Patrona de Chota, igualmente fuera escondida, para evitar sea despojada de sus alhajas y aún mancillada.

Los chilenos acamparon a orillas del río Chotano y al invadir la ciudad y encontrar que estaba desolada, sin alimentos, ni agua para beber, la incendiaron, comenzando por el templo, que quedaba donde hoy se levanta la Municipalidad de Chota. Ocuparon también el local del colegio Nacional “San Juan” y, a su salida, quemaron su biblioteca y enseres. Esta acción de los chilenos que perversamente se ensañaron en Chota por que no se doblegó al abuso ni a la extorsión del cupo, es un hito importante para evocar a los chotanos que lucharon en distintos campos por la soberanía y el honor nacional. El Incendio de Chota por los chilenos, quedó en la retina de los que volvieron y vieron aún humeante su templo, las casas circundantes de la plaza de armas y de las calles vecinas.

Esta escena ha sido recogida en un hermoso óleo a todo color, por el pintor don Glicerio D. Villanueva Medina, (1891-1982), nacido en Bambamarca, pero chotano de corazón; quien, siendo profesor del colegio Nacional “San Juan”, pintó, el año de 1938, “El Incendio de Chota por los Chilenos, que es una reliquia histórica y artística.

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