Recuerdos de Tiempos Viejos:
LOS PIONEROS DE LA RUTA
El iniciador de la vialidad en Chota fue don José Mercedes Díaz y su continuador Don Catalino Coronado. Precisamente la carretera “Patria Nueva”, de Chota a Bambamarca, se inauguró un 6 de octubre de 1928 cuando era Alcalde Don Catalino Coronado y que se logró con la ayuda de la famosa “Ley vial”. Su lema era “Haremos todo lo que nos proponemos porque lo queremos”.
Años después entró en funcionamiento la carretera por la ruta de Huambos, Llama y Chiclayo. Entonces comenzaron a llegar los camiones que traían sugestivos nombres y que eran manejados por hábiles y valientes choferes de ruta pues en toda época, aunque sea en el infernal invierno, llevaban y traían productos sorteando mil peripecias. Lamentablemente hay que recalcar que, desde aquel año hasta hoy, la ruta no ha cambiado en nada y las autoridades siguen indiferentes en mejorar tan importante vía que da salida a los productos de la Sierra , la Costa y en especial a Lambayeque. Algunos choferes de esos tiempos todavía viven, otros ya han desaparecido. Recordemos al “Negro” Chavarría, al maestro Cabezas, don Natividad Torres, Bámber, los Capristán, el “Characato”, Plúker, el “Cholo” Aquino, que le echaba la “bola” para no quedarse dormido, el negro “Cadenas”, quien fue uno de los primeros choferes que llegaron a Chota y manejaba un carro del desaparecido torero “Vizcaíno”, etc.
Aquí los sugestivos nombres de algunos de los camiones que transitaron hace ya muchos años y otros que aún están en la ruta “El Zorrito Gallinero” de don Segundo Paredes. “El Rey de la Pradera ” de Arístides Alfaro, “Llegó tu Lamparilla” de Don Agustín Vásquez, “Aquí viene mi negro” de Arístides Alfaro, “El Gitano” de Don Augusto Barboza (le vendieron unos gitanos, pero a los pocos días se quedó plantado en el Toril). “El Serranito Chotano” fue de Walter Gavidia. “El Cóndor Chotano” de Román Saucedo, “El Sanjuanista” de César Rivera, “Río Chotano” de Segundo Núñez, “El Bandolero Chotano” de Sempértigui, “Los Amables” de Fidel Rojas, “Del Cielo Vengo” de Oscar Vásquez, “Corazón de Jesús”, de Cochabamba “San Antonio de Lajas” de Gilberto Arráscue, “El Ganadero” y el “Amigo de Lajas” de Wenceslado Arrascue. También “El San Juan de Chota” de Gilberto Arráscue. “El Llanero Solitario” de Noriega, “El Obrero Chotano”, “Yo soy Gallo donde quiera”, de Natividad Torres (éste era un chofer elegante, siempre llevaba terno y sombrerito de pelo). Otros se llamaban “Danubio Azul”, “Lirio Rojo”, “San Juan de Llama, “San Juan de Huambos”, “Prueba y Verás” (haciendo honor a su nombre se volcó) “No tengo Rival”, “Yo soy tu Rival”. Por ultimo y para no mencionar más nombres también recordaremos al “Chotano Nº1” y “Chotano Nº2”, de Oscar Díaz.
Aquí resultó un caso curioso, Don Oscar le cambió de nombre a uno de ellos y le puso “Santa Amalia” y los muchachos a su llegada burlonamente decían que de carro se había convertido en “carra”.
Bueno, la cuestión de los nombres de los camiones de ruta tuvo un gran contenido digno de estudiarse y analizarse. Quizá, en muchos casos, reflejaban las aspiraciones, las realizaciones y aún los sentimientos de sus dueños. Cada nombre les otorgaba identidad a sus vehículos, pero llevaba un poco también de la personalidad de los propietarios. Cuando ese gran pionero que fue Oscar Díaz vio que uno a uno sus camiones “Chotano Nº1, “Chotano Nº2” y “Chotano Nº3” sufrieron accidentes, que lo pusieron casi en la ruina, adquirió otro camión y un día llegó a Chota. El sugestivo nombre del camión era: “Una Aventura Más”.
No podemos dejar de mencionar, entre los grandes pioneros de la ruta Chota – Chiclayo, a don Casimiro Sánchez que inauguró, en 1957, la línea de Ómnibus (el primero fue de caseta de madera, más propiamente llamado góndola) así como a Segundo Bustamante, “Haynito” y Elmer Peralta que establecieron las empresas de ómnibus venciendo toda adversidad.
El incremento de los vehículos en chota se había producido cuando en 1949 el ingeniero Rosendo Mendível ingresó con su caravana de maquinas, jeeps y camionetas desde el Túnel Chotano, siendo recibido por una gran comitiva y todo el pueblo que, con justicia, siempre le guardará una gratitud.
Estas líneas de recuerdo evocarán seguramente en muchos los paseos campestres en los camiones de la Municipalidad que llevaban estos nombres “Unión y Progreso”, “Justicia y Trabajo” que manejaban Homero Revoredo y el “Diablo Araujo”.
En fin, aún estarán frescas en algunos chotanos las “pichoneaditas” al Paraíso, las Chocitas o a la Peña Rota , subidos en el vaivén de los camiones que trajinaron por nuestra ciudad. Cosas de muchachos.
(Revista grafica de Chota “ALBAZO” publicado el 24 de junio de 1984,
Hermanos Villanueva Díaz)