viernes, 11 de febrero de 2011

AUTOBIOGRAFÍA DE UN PROFESOR SANJUANISTA (*)



A solicitud del Director del periódico “El Sanjuanista”; toda vez que su laudable propósito es señalar la senda correcta a la juventud chotana  residente en esta hospitalaria  tierra costeña, alcanzo algunos datos  referentes a mis actividades  de profesor  en el glorioso Colegio Nacional “San Juan” de Chota.
Nací en la ciudad San Carlos de Bambamarca, de la provincia de Hualgayoc, el 12 de diciembre de 1891. Desde mi temprana  edad se revelaban en mis pueriles entretenimientos manifestaciones artísticas, prefiriendo al mejor juguete un lápiz y disponer de papel blanco para recrearme con garrapateos de pura  imaginación.
A los 6 años  ingresé a la Escuela, siendo mi maestro  el recordado Pedagogo señor don Catalino Terán, y después el señor don José Félix Villanueva Soroa, una lumbrera  de inteligencia. Terminé con el entonces  señor, hoy Dr. Jubilado, Gonzalo Bravo Mejía, figura  de relevante prestigio en el Magisterio Nacional. Por esa época  la enseñanza era más sólida y efectiva; primaba entonces una rigurosa disciplina  apoyada por las autoridades y padres de familia, pues cuando se producía un castigo, éramos incapaces  de quejarnos a nuestros padres por la consabida  respuesta de “Con sangre entra la letra”.
Fui perseverante en  esta afición al dibujo sin orientación ni escuela alguna. Pasado algún tiempo, cuando  sentí la necesidad de mayor perfección, recurrí  a mi maestro, señor José Félix Villanueva, quien me dio directivas para la preparación del lienzo para pintar al óleo; los resultados  me produjeron un alborozo indefinible; claro que a falta de óleo, difícil de adquirirlo, lo suplía  con esmalte Star de increíble aplicación en los matices por su rápido secado.
Fui nombrado  Auxiliar en la Escuela Fiscal Nº 704 de Bambamarca, en agosto de 1912. Me  ayudaba eficazmente el dibujo que, con fines prácticos,  aplicaba. Fue entonces que estando de tránsito  a Cajamarca el Director del Colegio Nacional “San Juan” de Chota, doctor Julio César Alva, lo condujo a mi habitación  el Párroco Edmundo Guevara, y viendo mis dibujos sin pensarlo más, me propuso la Asignatura  de este curso en el Colegio “San Juan”. Me excusé cortésmente manifestándole que no me sentía capaz, desde  que no poseía  escuela, pues sólo era un aficionado. Entonces me respondió  con amabilidad, argumentando  que en  la Biblioteca del Colegio había manuales de Dibujo  y que podría enseñar, a la vez que aprendía. Acepté la oferta  y, en  Mayo  del mismo año 1917, me constituí  al Colegio.
He pasado los mejores años de mi vida mereciendo el aprecio  de los diversos directores  que desde entonces  se han sucedido, y de la sociedad misma  que me demostró su confianza  haciéndome  miembro  de sus instituciones representativas como la Municipalidad, en la Beneficencia, en la Judicatura y en el Club Unión, cargos directivos que los desempeñé  satisfactoriamente.
El 3 de Noviembre de 1949 me separé  voluntariamente, al jubilarme después de 32 años de servicios. Conservo  con afecto un pergamino firmado por el Director Dr. Aníbal Díaz Bazán, Cuerpo Docente y Personal de Empleados con tal motivo. Mi gratitud  es inmensa para esa preciosa tierra, pródiga en belleza incomparable de sus paisajes, y de elementos intelectuales que en todos los ámbitos del territorio le dan lustre ennobleciéndola ¡Chota!...Cuna de mis hijos…desde esta cálida tierra Chiclayana te añoramos por que siento aquí y donde quiera  los estrechos abrazos de mis exalumnos Sanjuanistas.
                                                                        (*) Glicerio D. Villanueva Medina
(Artículo publicado en “Los Voluntarios de Bambamarca – Reseña Histórica del Conflicto con el Ecuador de 1910”. Folleto, por Glicerio D. Villanueva Medina Ediciones ACUNTA Lima 1987)




    

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